viernes, 27 de agosto de 2010

Capilla Abierta de Tlalmanalco

“En amaneciendo se juntan los indios en el patio de la iglesia, adonde los traen repartidos como por escuadras sus tribunos y centuriones que tienen cargo de recogerlos cada uno a los de su barrio, y allí los cuentan. Y en acabando de contarlos pónense asentados por su orden adon de les han de predicar, y antes del sermón dicen allí toda la doctrina dos o tres veces en su propia lengua; y acabado el sermón se canta la misa, y dicha la misa, que se acabará a las nueve poco más o menos, luego se van a sus casas.” Fray Juan de Torquemada, Monarquía Indiana.

Según los especialistas, en todo el repertorio franciscano no hay una obra que supere en detalles ornamentales a la capilla abierta de Tlalmanalco. Ya se trate de los adornos florales o de la serie de rostros extraños que aparecen en toda la capilla, cada detalle ha sido cuidadosamente ejecutado. Los artífices de la obra, puesto que debieron ser varios, con amoroso cuidado fueron dando a cada relieve la profundidad necesaria y conveniente. Sin duda, la capilla abierta de Tlalmanalco es una obra maestra que refleja el sincretismo de dos culturas: la india y la cristiana.

El amplio atrio novohispano tuvo funciones religiosas, sociales, políticas, administrativas. Nació de un antecedente prehispánico: el inmenso atrio del templo pagano, y de la necesidad de los religiosos de decir misa ante miles de neófitos indígenas que no cabían en la iglesia, la cual, en muchos de los casos, estaba todavía en proceso de construcción. La capilla abierta fue la solución arquitectónica que encontraron los frailes mendicantes en el siglo XVI en el Virreinato de la Nueva España ante las enormes cantidades de indígenas a evangelizar luego de la Conquista.

Localizada a 10 km al norte de Amecameca, la Capilla Abierta de Tlalmanalco (Lugar de tierra plana) forma parte del conjunto religioso compuesto por la iglesia y el ex convento de San Luis Obispo de Tolosa, y fue construida por los franciscanos entre 1585 y 1591, fechas que aparecen en las dos portadas del templo.

En el claustro bajo se encuentran algunas decoraciones como el retrato de fray Martín de Valencia y una imagen de santa Clara.

La Capilla muestra supervivencias del arte románico y bastantes restos del gótico; el conjunto es plateresco y el detalle de sus esculturas es del todo indígena.

“La misa se cantaba en la capilla abierta y el sermón era predicado desde el púlpito, a veces portátil, en ocasiones de la misma capilla de indios. De vez en cuando se levantaba un púlpito especial sobre la multitud en el atrio, para que el predicador pudiera ser visto y escuchado por los fieles, que eran miles. A menudo, durante el sermón, el fraile, ante todo si no era experto en la lengua, se ayudaba de dibujos o grandes pinturas para explicar su tema.” Fernando Horcasitas, Teatro náhuatl.

Los textos de fray Juan de Torquemada nos dan una idea de cómo pudo haber sido un día en la vida de los tlalmanalcas, quienes seguramente también acudían para ser evangelizados a la hermosa capilla abierta construida a fines del siglo XVI bajo la supervisión de fray Juan de Ribas, uno de los llamados Doce apóstoles de México, nombre éste con el que se conoció al grupo de frailes franciscanos que llegó a estas tierras en 1524 encabezado por fray Martín de Valencia, quien vivió en el convento de este sitio junto con fray Bernardino de Sahagún, el célebre autor de la Historia general de las cosas de la Nueva España.

La Capilla Abierta está trabajada en un fino estilo plateresco de tal magnificencia que fue nombrada “Capilla Real”.

En los arcos se ven monos y perros, símbolos netamente medievales de la lujuria y la ira; y la lucha entre el pecado y la virtud, para llegar al motivo central: la imagen de Cristo.

Una explicación más detallada de esta maravilla colonial te la dará el guía Florencio Quintero Casales; lo puedes encontrar en la Capilla de sábado a miércoles de 8 a 17 hrs. Para visitas guiadas contáctalo al 01 597 9 75 43 02.

CÓMO LLEGAR

De la Ciudad de México: Tomar el boulevard Puerto Aéreo y seguir por la Calzada Ignacio Zaragoza, continuar por la autopista 190 en la desviación a Chalco seguir por la carretera 115 hasta llegar a Tlalmanalco. De Toluca: Tomar la carretera 15 rumbo a La Marquesa, entrar a la Cd. de México por Constituyentes, seguir por el Periférico y continuar por el Viaducto Miguel Alemán hasta la Calzada I. Zaragoza. Del metro Puerto Aéreo y en el Centro Histórico de Chalco hay transporte público.